DIRECTORIO CELULAR COMERCIAL DE SAN MARTÍN

Reseña Histórica

Fuente: https://www.sanmartin-cesar.gov.co

Fecha de fundación: 20 de enero de 1954
Nombre del/los fundador (es): Don Sabas Pacheco, Don Teodoro Téllez y Don Jesús Quintero

El Municipio de San Martín, tuvo los primeros asentamientos humanos en los años 1954, los fundadores Don Sabas Pacheco, Don Teodoro Téllez y Don Jesús Quintero, quienes por primera vez toman asentamiento poblacional con característica de caserío. El sitio determinado por estos pobladores se caracterizó por ser un paso intermedio entre los habitantes de las áreas rurales que salían a comercializar sus productos en mercados de poblaciones vecinas de los santanderes, el interior del país y la costa atlántica. Atraídos por la productividad y bondades de la fertilidad de estas tierras llegaron agricultores, obreros y otras personas como Don Carlos Toledo Franco, Los Pineda, Sacramento Rodríguez, Sabas Pacheco, Juan De Dios Quintero, Desposorio Rojas, quienes fueron tomando posesión de estos territorios. La mayoría se dedicó a desarrollar actividades de cultivo como arroz, sorgo, maíz y ganadería. 

​En 1956 se inician los trazados y construcción de la carretera principal a la Costa Atlántica por parte del gobierno nacional, en la administración del General Gustavo Rojas Pinilla, aumentando la migración a nuestro territorio de personas provenientes de los santanderes, del Tolima, y de Antioquia. Para la época recibió el nombre inicial de «Punta Arrecha» o “Punta Brava”, nombre acuñado por el alto grado de violencia política vivida en la región. Siendo corregimiento del municipio de Río de Oro, el Señor Jorge Duran Pinto inspector de policía convoca a la población para cambiar el nombre del corregimiento a “Brisas de San Martín” en honor al héroe de la independencia de los países del cono sur suramericano. 

Según la tradición oral el señor Jorge Duran Pinto, asignaba multas y sanciones a quienes pronunciaban el antiguo nombre y no el que él mismo proponía; muchas de estas multas se cobraban en dinero, en cemento, bloques de ladrillo, madera y arena, que, sumadas por las continuas riñas entre los habitantes, sirvieron de base para emprender la construcción de la penitenciaría. Dicha penitenciaría fue levantada sin calabozos, por lo que los presos que debían pagar allí sus castigos debían someterse al suplicio del CEPO, consistente en la sujeción de unos de sus pies a una viga gruesa de madera, a través de una cadena. Por esa misma época los vecinos del nuevo Corregimiento acudieron a la cabecera municipal de Río de Oro para que le fueran asignados maestros de escuelas. La primera escuela empezó su funcionamiento con las Señoritas Bienvenida, Rodolfina y Margot. 

El Puesto de Policía se instaló en 1961 con un Comandante, un Dragoneante y tres Agentes, que a decir de los Pobladores, era insuficiente para atender la gran problemática social que enfrentaba el lugar. Se cuenta que el mismo Comandante debió acudir a la vigilancia nocturna de los colonos pues eran frecuentes las incursiones violentas de los liberales. Al poco tiempo esta iniciativa resultó perjudicial por cuanto los habitantes se rehusaban a entregar el arma al término de los turnos, aduciendo razones de seguridad. Ello conllevó a varios enfrentamientos entre la Población Civil que quería darse su propia protección y los Policías que querían garantizarla, pero bajo el orden constitucional. La misma Defensa Civil fue llevada para mediar en los conflictos, pero por momentos logró peores consecuencias que posibilitaron el retiro definitivo de la Policía del lugar. 

La situación llegó a tal extremo de homicidios, robos y en general, de desintegración social, que se decide conformar una comisión, para que en nombre de todos los habitantes, acuda a la Ciudad de Bucaramanga y se entreviste con la Dirección de la Quinta Brigada del Ejército Nacional, encabezada por el General ALVARO VALENCIA TOVAR, para que se instalara allí una Base Militar que garantizara la tranquilidad pública. En l963 fue creada la primera Junta de Acción Comunal la cual se empeña en iniciar la construcción del Templo en un terreno cedido por el Señor CARLOS TOLEDO FRANCO, con un equipo de tres Sacerdotes: LUIS BARBOSA, JESÚS OJEDA y LEONEL ANTONIO PINEDA. En 1964 se instaló la Base Militar con oficinas y calabozos, en el sitio donde hoy funciona la Alcaldía Municipal, alcanzando a decir de los Pobladores la tranquilidad que clamaban desde tiempo atrás. Mediante la ley 25 de 1967 el Municipio de Río de Oro y todos sus Corregimientos dejaron de pertenecer al Departamento del Magdalena Medio y pasaron a formar parte del nuevo Departamento del Cesar. 

En enero 29 de 1972 se solicita la presencia de las Hermanas de la Sabiduría. La Comunidad es constituida por la Hna. ANA MATILDE SASTOQUE ROMERO, FILOMENA GUTIERREZ ROSSO, quienes llegan como profesoras de la escuela; la Hna. EDITH MARIE GUERIN GAUFFRETEAU como enfermera del Centro de Salud y animadora de la Comunidad. Ellas empiezan a organizar la Casa, a prever necesidades, en fin, a ver los mil detalles que incumben a una Fundación. Ese mismo año el Ministerio de Obras Públicas inició la construcción de la carretera la cual le dio gran auge de progreso a la Región y por supuesto a los pobladores de éste Municipio. En l976 se inició la obra del acueducto con la Junta de Acción Comunal con recursos de un préstamo y apoyo del INPES de la Ciudad de Bucaramanga. El 16 de noviembre de l983, fue elevado a la categoría de Municipio según ordenanza No. 015 emanada por la honorable Asamblea del Departamento del Cesar, segregado de los Municipios de Río de Oro y Aguachica. 

Los años ochenta vieron el crecimiento económico del municipio, propiciado por la extensión de la frontera agrícola del arroz, el maíz y la palma africana entre otros, lo mismo que el aumento en la producción de ganado. Por esa misma época la violencia causada por las incursiones de varios frentes de grupos alzados en armas creó un ambiente de zozobra. Muertes, vacunas, extorsiones y toda clase de delitos hicieron presa de la Población, especialmente la de zonas rurales. A partir de los primeros años de la década de los noventa se dan dos fenómenos que afectaron a la mayor parte de los Municipios del Sur del cesar. Por una parte la crisis del sector agropecuario debido a las políticas neoliberales del gobierno de turno, que trajeron la ruina a todos los agricultores, incluso a los grandes, al abrirse condiciones de mercado bajo las cuales era imposible competir. 

Las vastas extensiones que años atrás eran ocupadas por florecientes cosechas de arroz, maíz, algodón y sorgo, entre otros, ahora eran terrenos desolados. La ruina no solo llegó a los agricultores y empresarios en general, también se abrió una crisis de empleo, decenas de hombres y mujeres que repartían su tiempo entre el cultivo y la recolección de una y otra cosecha, entraron a conformar, la ya gruesa lista de desempleados. Al mismo tiempo se introdujo la entrada del paramilitarismo a la zona con una gran ola de muertes, que produjo, como la anterior fase de violencia de los grupos armados, fuertes migraciones a otras regiones. 

Hoy por hoy, los Pobladores afirman que la paz volvió, pero en realidad es una paz aparente por cuanto costó la eliminación o el desplazamiento del otro, y además, porque sigue siendo un territorio donde la fuerza y las armas son las soluciones a los conflictos que se presentan. Los grupos armados en su momento y el paramilitarismo en la actualidad han socavado a tal punto a la Sociedad Civil, que es muy difícil emprender acciones que sean lideradas por ellos mismos, porque en los dos tipos de entrada se ha atacado a una de las principales fuentes de progreso de los pueblos, el liderazgo de los pobladores.

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